Author: JulioErnestoRojasMesa

PhD en Teoría de la Educación y Pedagogía Social. Experiencia docente en ambientes físicos y digitales orientando cursos de pregrado y posgrado. Cátedras de Antropología; Antropología Jurídica, epistemología, Cátedra tomista, Identidades culturales, Filosofía política, Cibercultura, investigación en entornos digitales, Redes sociales y aplicaciones multimedia, Análisis e investigación de la comunicación. Manejo de Plataformas de administración de contenidos educativos para el desarrollo de acompañamientos tutoriales (Moodle, Edu 2.0). Manejo de Software de investigación cualitativa (Ucinet, Atlas-TI), Experiencias investigativas en Etnografía sobre comunidades indígenas, antropología jurídica, Política de TIC y sociedades del conocimiento, Cibercultura y redes sociales, Ciudadanía digital, pluralismo jurídico, enfoques diferenciales y centros de desarrollo educativo y tecnológico. Participante activo en las redes sociales, académicas y de investigación: Twitter, Facebook, Linkedin, Ning, Red Clara (Coordinador de la comunidad: Cibercultura y Educación dentro de la red), Redcued y OEI. Curador de Contenidos de tres líneas investigativas en Scoop it: 1. Cibercultura: una expresión de sujetos rizomaticos contemporáneos; 2. Artículos y publicaciones y 3. E- learning.

De propietarios a guardianes: la apuesta de convertir tu casa en el campo en una reserva

Cada vez más personas que se mudan de la ciudad al campo están asumiendo responsabilidades con el territorio para conservar la biodiversidad

https://elpais.com/america-futura/2023-12-16/de-propietarios-a-guardianes-la-apuesta-de-convertir-tu-casa-en-el-campo-en-una-reserva.html

COLOMBIA ENTRA EN UN PERÍODO DE PARTICIPACIÓN DE EXPERTOS ACADÉMICOS EN LA POLÍTICA

En los últimos años hemos asistido a los eventos más dramáticos en términos de competencias en conocimiento básico, como escuchar a nuestros dirigentes hablar sin tener clara la diferencia entre una ciudad y un departamento. Inventar nuevos tiempos verbales en la conversación, o realizar las aseveraciones mas absurdas e ilógicas que definitivamente no caben sino en la cabeza de quien las esta enunciando. Todo ello ha venido desgastando la confianza de la gente y la esperanza de que podamos sobrevivir a futuro con los drásticos cambios que nos esperan.

Carlos maldonado, profesor de la Universidad del Rosario, escribía acerca de un estudio que realizó sobre la formación de los dirigentes en América Latina: “¿Es posible improvisar en un cargo como la presidencia de un país? Tal vez sí, pero a riesgo de perjudicar a millones de personas. Por lo tanto, un adjunto de gran peso con la formación académica radica en el proyecto de país liderado, para ser rigurosos con el cual es muy importante una alta formación académica. En la historia de América Latina sólo tres presidentes asumieron el máximo cargo contando con estudios formales como doctores: dos de México, y uno del Ecuador. El resto, todos, han sido simplemente profesionales, algunos con uno u otro estudio de lo que eufemísticamente se denomina como “especializaciones”..”(Maldonado, 2014). La noticia de este estudio fue comunicada en casi todos los medios en su momento.

Sin embargo, parece que el panorama social en Colombia, esta tendiendo a contar con más actores académicos en la política. Personas que definitivamente no necesitan mentir sobre su formación y pueden mostrar sus títulos académicos sin ninguna dificultad y sin realizar ningún show por ello.

Es una buena noticia que haya una posibilidad de tener políticas públicas sensatas, menos sensacionalistas y más centradas en prepararnos para un siglo que hasta ahora ningún político de los conocidos, entiende y quizás ni siquiera dimensiona. El que existan más “profesores y académicos” en el escenario político nos permite volver a soñar con la idea de que aún hay esperanza para este país de cara a su futuro.

Todos estamos de acuerdo en que se impondrá una idea de sociedad construida sobre el dialogo entre industria 4.0 o revolución industrial y Sociedad 5.0. Sin embargo, no tenemos claro como personas con escasa formación podrán orientar nuestro lugar como país en ese cambio.

Cambiarán muchas cosas en el lenguaje empresarial. Los seres humanos ya no seremos los únicos actores en ese nuevo proceso, pues las maquinas automatizadas y las inteligentes entraran a acompañarnos y en algunos casos a reemplazarnos. La transformación de las relaciones laborales aún no es clara ni para las empresas ni para el gobierno, cada quien lo hace a su manera, eso no beneficia a nadie. El crecimiento de fenómenos crecientes de tercerización en el ecosistema de servicios, es cada vez más alto, pero el propósito es que no ocurra con estas empresas lo mismo que ocurre tradicionalmente con las PYME, que terminan asfixiadas por las condiciones de formalización y carga tributaria. La emergencia de empresas con base tecnológica, necesita del gobierno más que programas de capacitación que ya vienen realizando las universidades, institutos, centros de investigación/innovación o las mismas empresas. La creación significativa de unidades y departamentos Ciencia, Tecnología e Innovación en las organizaciones y en los centros urbanos como las ciudades capitales en busca de construir más ciudadanía científica es una prioridad en todos los países desarrollados del mundo, nosotros aún pensamos que eso es hablar en chino.

Podríamos seguir enumerando muchas cosas más pero esa es tarea de un dirigente que tenga formación de verdad y que cuando lo llamen doctor, sea porque detrás existen títulos y conocimiento científico especializado que lo respalda para hacer lo que piensa hacer. Eso es lo mínimo que deberíamos esperar de nuestros dirigentes para que el país sobreviva. Esta muy bien que un ciudadano quiera terminar su bachillerato a los cuarenta, cincuenta o sesenta años, pero por favor que no ensaye con la política de un país con más de 40 millones de personas porque eso se les da muy fatal.

APPRENTICE2030

Apprentice-2030 es un proyecto que tiene como propósito, a mediano plazo, convertirse en un Centro de Aprendizaje e Innovación social y Educativa. Esta iniciativa ha surge a partir de una amplia experiencia de trabajo con el grupo “Investigación educativa” del Doctorado en Educación de la Universidad Santo Tomás.

CIUDADANÍA DIGITAL Y CORONAVIRUS: EL PROBLEMA DE LA SOSTENIBILIDAD

Nos enfrentamos al más grande desafío mundial de los últimos años, después de la segunda guerra mundial. Hay consenso mundial en definirlo como: “COVID-19”.

 De acuerdo con Byung-Chul Han y su artículo titulado: “La emergencia viral y el mundo de mañana”, publicado en el País de España, existen dos estrategias claras de enfrentamiento del problema; una perspectiva occidental que respeta la privacidad de la información personal y los derechos humanos individuales y; una perspectiva oriental fundamentada en el pensamiento milenario de Confusio, que privilegia los esquemas sociales comunitaristas, colectivos centralizados en el Estado, considerado casi como la madre de todos los ciudadanos.

En el esquema occidental, el privilegio por el respeto a los derechos humanos individuales ha llegado al nivel de que en Italia, con la más alta tasa de muertes por Covid-19, después de China, hasta la semana pasada, aún se dejaba al arbitrio de cada ciudadano el decidir por su razón personal, salir o no salir a la calle. El resultado de ello: la enfermedad aún no encuentra techo ni términos de solución.

En el esquema oriental, la obediencia indiscutible de sus ciudadanos a la instrucción del Estado ha permitido que en Wuhan, lleguen esta semana a la cifra de cero casos de nuevos infectados.

Todo el desenlace preliminar de este fenómeno nos plantea una cantidad enorme de contradicciones e inquietudes. El mundo occidental se debate en la contradicción de muchos intereses generales y particulares que involucran dinero y poder. Lo que va corrido hasta ahora, nos deja una serie de lecciones importantes:

No todos los gobernantes occidentales han asumido el fenómeno como un problema de protección de derechos humanos individuales. En el caso del mundo anglosajón (Reino Unido y USA), aún juegan a que la enfermedad les solucione el problema indeseable de los migrantes que ellos mismos con sus políticas no han podido resolver. Prueba de ello, es la jugada del presidente Trump para aprovechar el Covid-19 y profundizar su política antinmigración.

No todo el discurso democrático oriental está orientado a pensar en la democracia. El pensamiento del antiguo filosofo Chino Confusio, se puede entender de diferentes maneras; bien desde el estado policial, centralista y autoritario chino, o bien desde el estado democrático, transitivo y tecnológico coreano.

No hemos tomado las decisiones más inteligentes ni científicas para enfrentar la enfermedad. Ahora ponemos todos nuestras almas en manos de sistemas de salud raquíticos a los cuales hemos descuidado e instrumentalizado por muchos años, para que nos salven del gran monstruo. La solución no vendrá de una estrategia monodisciplinar. Ahora es cuando, con más énfasis, debemos pensar en la inter, multi y transdisciplinariedad, y no solamente para llegar nuevamente al sistema de salud, aunque haya un componente importante de esa ciencia que tenga que ser dirigido hacia allí.

Es importante que el gobierno y en especial el Ministerio de las TIC, clarifique esa posición en la cual, los datos de los colombianos son públicos y se pueden manejar, capturar, registrar, rastrear y vender, pero no existe política pública para que se puedan manejar, capturar, registrar, rastrear, para defender a los ciudadanos de una enfermedad de este tipo.  

Particularmente en la ciudad de Bogotá, existe un gigantesco número de cámaras de video, colocadas en negocios, calles, centros comerciales, que capturan diariamente datos personales sin ningún control y con desconocimiento de quien maneja dichas bases de datos. Es la oportunidad para que la ciudad regule y organice un sistema de información transparente, administrada y regulada para que pueda ser útil a los ciudadanos en casos como este.

No es que esta ciudad no este vigilada, lo que pasa es que no sabemos ni quien la vigila, ni con que intereses y finalmente que hace con ese material. La proliferación de cámaras es numerosa.

Cómo lo ha manifestado el profesor Alejandro Gaviria, rector de la Universidad de los Andes, si se conociese en su totalidad el procedimiento de aislamiento realizado en la ciudad de Wuhan, quizás no tendría el aval de la mayoría de los ciudadanos occidentales formados en el esquema de los derechos humanos y/o individuales. Es imprescindible continuar recreando la democracia para que no muera, ya que si bien es un régimen imperfecto, es de lejos lo mejor que los hombres se han inventado en términos de organización social y política.

Si queremos salir de esto, es imprescindible vincular la tecnología de manera urgente y de múltiples maneras, un aislamiento de las dimensiones sociales, económicas y políticas como el que se decretó en el día de ayer, es insostenible a mediano y largo plazo.

El virus funciona en términos reticulares, sería interesante aplicar modelos de análisis de redes tanto virales como sociales para entender cómo avanza, como aislarlo y como detenerlo.

ACERCA DE LA COLUMNA DEL DIARIO EL ESPECTADOR TITULADA: “LOS COLEGIOS PÚBLICOS DE COLOMBIA NO ESTÁN PREPARADOS PARA DAR CLASES VIRTUALES”

La columna mencionada fue Publicada, en la sección de Educación, del 13 Mar 2020 – 10:53 PM. Se basa en “Un análisis del Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Universidad Javeriana concluyó que el 96% de los municipios en el país no podrían implementar clases virtuales en caso de que se tomara la decisión de cerrar los colegios para evitar contagios, pues más de la mitad de sus estudiantes no tienen acceso a computador ni Internet en casa”. (El espectador https://www.elespectador.com/node/909149)

La columna me suscito varias inquietudes que, como antropólogo y educador, presento al público en un sano debate académico sobre el tema. No pretendo abordar la columna en pleno, sino aquellos aspectos que más me llamaron la atención. El link del texto completo de la columna esta citado arriba para quienes quieran leerla.

Por supuesto, la respuesta a este tipo de eventos no se puede medir a través de una simple estadística, bastante limitada por cierto, por la manera como se presenta. Creo que este tipo de datos no representan el esfuerzo que ha realizado un alto conjunto de instituciones educativas para sincronizar, reflexionar y discutir sobre los cambios de la educación.

En primer lugar, me parece que la pregunta más adecuada sería: ¿Están los colegios públicos preparados para implementar modelos alternativos de formación frente a crisis como el Covid-19?. Frente a ello, yo diría que la respuesta es que esta crisis es una oportunidad para materializar mucha de la discusión, formación y desarrollo que se ha realizado en la última década en torno a la transformación educativa de cara a los cambios que exige la sociedad contemporánea.

Creo que es ligera y no adecuada, la manera como este observatorio de economistas opina, a partir de la estadística sobre el número de computadores por niño, para inferir conclusiones generales sobre el sistema educativo y su capacidad frente al manejo de un tipo de crisis de estas.

La primera sensación que deja es que, en efecto, se nota claramente la ausencia de alguna perspectiva social o pedagógica en el análisis. En los noticieros del país han salido diferentes instituciones educativas a proponer formas de trabajo educativo en casa, independientemente de exista o no un computador o una conexión a Internet por niño.

Medir la respuesta a una crisis de esta magnitud en términos de lo que no hay, es claramente una visión catastrófica. Recuérdese que si algo ha cambiado en la manera de pensar la ciencia es que los científicos investigan no sólo para registrar la realidad sino para transformarla, por eso hablamos de ciencia, tecnología e innovación; que se traduce en procesos lógicos para pensar las transformaciones de la realidad, es decir pensar cómo resolver problemas por rutas de pensamiento y formas de hacer diferentes a las tradicionales.

A este tipo de observatorios, entiendo que es un grupo de economistas pensando la educación, les vendría bien adoptar paradigmas ínter y transdisciplinares que eviten que este tipo de datos que arrojan, se puedan interpretar como datos des-contextualizados. Parece que el tratamiento del dato social trae ese sesgo desde la conformación de este equipo. Es como si creáramos un observatorio de pedagogía de la economía, conformado solo por educadores, sin economistas y finalmente pretendan realizar inferencias generales con alto impacto en la economía.  

Otro punto que me parece importante resaltar es el enfoque economista que se da al gasto, como perdida, del presupuesto público dedicado a la educación por un eventual cierre de establecimientos educativos públicos. Creo que es importante dar un giro a esta perspectiva.

Es importante plantear que la educación “es una inversión y no un gasto”. Si se observa desde un paradigma de sociedades del conocimiento y transformación digital, crear un gasto adicional de coyuntura para pensar alternativas a mediano y largo plazo de un evento que sucede a corto plazo, nunca será en una perdida.

Finalmente, y creo que es la más importante lección pedagógica que nos queda a todos producto de este evento, es que este tipo de crisis serán cada vez más frecuente debido la intervención antrópica que hemos hecho del mundo especialmente en los últimos trescientos años. Si esto se entiende así, lo que podemos pensar es que el hecho, a pesar de lo crítico que pueda parecer en un comienzo, es el primero observado en magnitud de alarma nacional, de una serie de fenómenos a los que nos enfrentaremos a futuro. Es la primera oportunidad seria que tiene el sistema educativo para pensar en alternativas educativas diferentes e innovadoras y que tengan en cuenta aspectos ecosistémicos, sociales y tecnológicos.

Es indispensable pensar que el tiempo y el espacio son variables que un sistema escolar puede crear a su medida, con diseño de datos sociales, que las rutinas aparecieron en algún momento histórico de la sociedad en respuesta a condiciones económicas, sociales y culturales, y que de la misma manera, pueden ser transformadas, sin que necesariamente en todas las modificaciones deba estar como aliado principal la tecnología digital.

Pensar en la gestión del conocimiento también se convierte en el elemento principal a la hora de pensar el sistema educativo. Muchas instituciones educativas y docentes se han venido preparando en la última década, de cara a lo que entendemos como sociedades de la información, el conocimiento y el aprendizaje. Si bien no es el 100%, si existe un alto porcentaje.

Esta sería una enorme oportunidad para que comienzan a proponerse, no solo una sino múltiples, alternativas para pensar un sistema educativo público y privado, que no este centrado exclusiva ni preponderante-mente en la escuela como espacio físico. Aportaría mucho pensar estas propuestas de manera racional y no catastrófica, lo cual significa que hay un problema y se busca como resolverlo teórica y metodológica-mente. Ya decía hace más de un siglo el profesor John Dewe, que el aprendizaje es la experiencia de conocimiento, producto de la tensión generada por la necesidad de respuesta que surge del cambio de las condiciones naturales del contexto en el que se venía desenvolviendo un individuo.  

PROYECTO FINAL PARA CURSO DE CURADURIA DE CONTENIDOS. UNIVERSIDAD SANTO TOMAS

Un breve contexto sobre el giro institucional

Bueno, quisiera comentar que este post hace parte del trabajo del curso de Curaduría de contenidos que realizo como parte de mi formación institucional docente en la Universidad Santo Tomas (la Unidad de Desarrollo Curricular y Formación Docente y la Oficina de Educación Virtual de la Vicerrectoría Académica de la Universidad Santo Tomás.) El docente del curso, Walter Fernández, es un profesor divertido y tranquilo, lo que hace que el curso tenga una amplia gama de prácticas y una alta tolerancia a la diferencia en lo relacionado con los pres saberes, con los cuales los docentes-aprendices llegan al curso.  

Quisiera detenerme un poco más en este aspecto del experto. No sé si llamarle docente porque no lo es en el sentido clásico, creo que Walter ha ido migrando a lo que conciben las actuales sociedades del conocimiento como un experto acompañante e interlocutor de nuestro proceso de aprendizaje.

Valiosa posición para hacernos entender que como aprendices, no aprendemos lo que no estamos interesados en aprender y que el único esfuerzo no debe encontrarse en el docente a quien finalmente le interesa, especialmente, mejorar su cosmogonía y contribuir en el aprendizaje de otros, quienes incluso pueden tener más titulaciones que él. No importan los títulos en la cosmogonía del aprendizaje.

Es claro que el aprendiz llega al curso con lo más importante: “el interés por aprender y la necesidad de salir de su zona de confort en el proceso de aprendizaje” (si esto no está claro para el aprendiz, indudablemente comienzan los problemas y las quejas sobre el docente, porque es quien va a tener la culpa de todo).

Creo que también es fundamental entender este cambio basado en lo que actualmente se entiende como el sujeto “prosumer” es decir, un sujeto que aprende y produce saber de manera simultánea. Muchas universidades latinoamericanas, mantienen paradigmas altamente tradicionales, en donde priman modelos de corte estructural-funcionalista en la comprensión de lo social-universitario.

“Lo importante es la estructura y la función social de la universidad” nos dicen. “Lo importante es la universidad porque es una estructura muy antigua; los profesores se van, la universidad queda” nos dicen. “No coloque su nombre en las cosas que hace o en los procesos que lidera, porque en cualquier momento la universidad lo puede reemplazar y necesita ahorrar costos, borrar un nombre de un folleto significa gasto, por el contrario, tener un número o una categoría general que sólo remita a la estructura y sus procesos permite ahorrar costos a la universidad” nos dicen. 

Walter, navega en las nuevas aguas de la cibercultura académica que se ha venido consolidando en los últimos 20 años. Enfatiza menos en la idea de posicionarse como docente repositorio de información, aunque de vez en cuando lo haga. Enfatiza más en la idea de mostrar su capacidad para interactuar y permitir que sus estudiantes seleccionen los caminos con los cuales se sientan más fuertes para salir de sus zonas de confort en el proceso de aprendizaje. 

Tomado de curso “Curaduría de contenidos digitales. Unidad de formación docente. Universidad Santo tomas. Bogotá-Colombia

Finalmente, tiene su sitio web para mostrar su historia profesional y su portafolio de servicios: http://waloart.com. 

Creo que esta forma de exponer el desarrollo profesional personal, (como yo mismo lo hago con este y otro blog hace algunos años), hace parte de la migración hacia una metáfora de la gestión del conocimiento en los ámbitos académicos universitarios.

Esta metáfora tiene que  ver con una apuesta por la construcción de un paradigma de subjetividad que está más relacionado con las redes sociales que con las antiguas comunidades.

Las redes sociales indudablemente trabajan sobre lo colectivo, pero se construyen sobre afinidades e intereses que generan interacciones y oferta de servicios en donde lo subjetivo no se borra o desaparece. Las clásicas comunidades se construían sobre identidades y lealtades de unidad, Mantener una unidad de identidad podía llevarnos fácilmente a entender lo individual como anomia social. 

Para cerrar esta reflexión, quiero decir que aunque a pasos lentos, la universidad he venido comprendiendo este giro social y cultural y lo esta intentando seguir. Esto redundará tanto en el bien institucional como en el de las subjetividades que la conforman. Yo brindo por esos vientos de cambio. Particularmente  a la universidad Santo Tomas, le permitiran subsistir otro tiempo más en la historia de nuestras sociedades, aportando desde lo que sabe hacer; construir procesos académicos de alta calidad.

A PROPÓSITO DE LAS NARRACIONES SOBRE HISTORIAS DE SABER

Desde hace algunos años hemos vuelto a aceptar que el saber es una categoría más enriquecedora, más amplia, más creativa y especialmente más diversa que el conocimiento. De acuerdo con lyotard, el mundo de la academia terminó, con las mejores intenciones, secuestrando el concepto de conocimiento y utilizándolo como parcela de uso exclusivo en casos de seguimiento estricto de metodologías científicamente aprobadas. El resto eran saberes y los podía tener cualquier sujeto sin necesidad de pasar por los honorables territorios de la academia.

La liberación de la categoría de conocimiento del largo secuestro científico mencionado, para dar la posibilidad de establecer equivalencias teóricas con la categoría de saber ha sido un reencuentro con el renacer humano de la época contemporánea. Como consecuencia, entenderlo como un reencuentro con algo más que procesos de conocimiento circundados por modelos teóricos y metodológicos, ha dado rienda suelta a la fusión entre fenómenos metodológicos, didácticos, creativos, comunicativos y artísticos, y, los tradicionales modelos exactos y sociales. Las narrativas transmedia y sus diversas aplicaciones multimedia, hacen parte de estos resultados de fusión. Buscan explicar eventos  y descubrimientos del saber con  nuevas formas de presentación de los hechos.

Para aquellos de nuestros estudiantes que quedaron interesados en buscar nuevos caminos dentro de las narrativas transmedia y multimedia con el fin de contar sus historias o exponer sus trabajos académicos, les dejamos esta recopilación de múltiples aplicaciones para realizar comics y animaciones. Seguramente les encantara:

Digital qualitative methods in social research – Call for Papers- Proposed special issue of IJSRM

This Is Not a Sociology Blog

 We are seeking to propose a special issue for the International Journal of Social Research Methodology (http://www.tandf.co.uk/journals/tf/13645579.html )- an interdisciplinary journal dedicated to exploring methodological developments in international contexts. The proposed special issue Digital qualitative methods in social research seeks to explore how qualitative research is being undertaken in, on and with the digital.

Whilst there has been a growing awareness and literature of the ethical parameters around doing research online (c.f. (Eysenbach & Till, 2001; Rodham & Gavin, 2006) and of the means for conducting particular types of online work, such as ‘netnography’ (Kozinets, 2002; Langer & Beckman, 2005) or online surveys (Sue & Ritter, 2011; Evans & Mathur, 2005) qualitative digital methods as a whole remains an area which is expanding, growing and evolving alongside the technologies and platforms with which it engages. Those engaging in digital work are often navigating new paths, utilising reflexive practice…

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