CIUDADANÍA DIGITAL Y CORONAVIRUS: EL PROBLEMA DE LA SOSTENIBILIDAD

Nos enfrentamos al más grande desafío mundial de los últimos años, después de la segunda guerra mundial. Hay consenso mundial en definirlo como: “COVID-19”.

 De acuerdo con Byung-Chul Han y su artículo titulado: “La emergencia viral y el mundo de mañana”, publicado en el País de España, existen dos estrategias claras de enfrentamiento del problema; una perspectiva occidental que respeta la privacidad de la información personal y los derechos humanos individuales y; una perspectiva oriental fundamentada en el pensamiento milenario de Confusio, que privilegia los esquemas sociales comunitaristas, colectivos centralizados en el Estado, considerado casi como la madre de todos los ciudadanos.

En el esquema occidental, el privilegio por el respeto a los derechos humanos individuales ha llegado al nivel de que en Italia, con la más alta tasa de muertes por Covid-19, después de China, hasta la semana pasada, aún se dejaba al arbitrio de cada ciudadano el decidir por su razón personal, salir o no salir a la calle. El resultado de ello: la enfermedad aún no encuentra techo ni términos de solución.

En el esquema oriental, la obediencia indiscutible de sus ciudadanos a la instrucción del Estado ha permitido que en Wuhan, lleguen esta semana a la cifra de cero casos de nuevos infectados.

Todo el desenlace preliminar de este fenómeno nos plantea una cantidad enorme de contradicciones e inquietudes. El mundo occidental se debate en la contradicción de muchos intereses generales y particulares que involucran dinero y poder. Lo que va corrido hasta ahora, nos deja una serie de lecciones importantes:

No todos los gobernantes occidentales han asumido el fenómeno como un problema de protección de derechos humanos individuales. En el caso del mundo anglosajón (Reino Unido y USA), aún juegan a que la enfermedad les solucione el problema indeseable de los migrantes que ellos mismos con sus políticas no han podido resolver. Prueba de ello, es la jugada del presidente Trump para aprovechar el Covid-19 y profundizar su política antinmigración.

No todo el discurso democrático oriental está orientado a pensar en la democracia. El pensamiento del antiguo filosofo Chino Confusio, se puede entender de diferentes maneras; bien desde el estado policial, centralista y autoritario chino, o bien desde el estado democrático, transitivo y tecnológico coreano.

No hemos tomado las decisiones más inteligentes ni científicas para enfrentar la enfermedad. Ahora ponemos todos nuestras almas en manos de sistemas de salud raquíticos a los cuales hemos descuidado e instrumentalizado por muchos años, para que nos salven del gran monstruo. La solución no vendrá de una estrategia monodisciplinar. Ahora es cuando, con más énfasis, debemos pensar en la inter, multi y transdisciplinariedad, y no solamente para llegar nuevamente al sistema de salud, aunque haya un componente importante de esa ciencia que tenga que ser dirigido hacia allí.

Es importante que el gobierno y en especial el Ministerio de las TIC, clarifique esa posición en la cual, los datos de los colombianos son públicos y se pueden manejar, capturar, registrar, rastrear y vender, pero no existe política pública para que se puedan manejar, capturar, registrar, rastrear, para defender a los ciudadanos de una enfermedad de este tipo.  

Particularmente en la ciudad de Bogotá, existe un gigantesco número de cámaras de video, colocadas en negocios, calles, centros comerciales, que capturan diariamente datos personales sin ningún control y con desconocimiento de quien maneja dichas bases de datos. Es la oportunidad para que la ciudad regule y organice un sistema de información transparente, administrada y regulada para que pueda ser útil a los ciudadanos en casos como este.

No es que esta ciudad no este vigilada, lo que pasa es que no sabemos ni quien la vigila, ni con que intereses y finalmente que hace con ese material. La proliferación de cámaras es numerosa.

Cómo lo ha manifestado el profesor Alejandro Gaviria, rector de la Universidad de los Andes, si se conociese en su totalidad el procedimiento de aislamiento realizado en la ciudad de Wuhan, quizás no tendría el aval de la mayoría de los ciudadanos occidentales formados en el esquema de los derechos humanos y/o individuales. Es imprescindible continuar recreando la democracia para que no muera, ya que si bien es un régimen imperfecto, es de lejos lo mejor que los hombres se han inventado en términos de organización social y política.

Si queremos salir de esto, es imprescindible vincular la tecnología de manera urgente y de múltiples maneras, un aislamiento de las dimensiones sociales, económicas y políticas como el que se decretó en el día de ayer, es insostenible a mediano y largo plazo.

El virus funciona en términos reticulares, sería interesante aplicar modelos de análisis de redes tanto virales como sociales para entender cómo avanza, como aislarlo y como detenerlo.

Leave a comment